Con la llegada de febrero, las vacaciones, el verano, el tiempo libre, imaginaba un suceder de jornadas vibrantes de alegría y compartir, el cuerpo y el alma abiertos a celebrar al sol, al mar, a la exuberancia verde de una vegetación recién renacida con la lluvia, los músculos expandidos con tanto horizonte, el corazón rebalsado de tanta amistad.
La vida tenía otra idea. Todo pareció...Leer Más