Y LLEGÓ LA LLUVIA, Y LLEGÓ LA LUNA NUEVA, ESTRENANDO EL MES DE GÉMINIS. Muchas novedades interiores, sorprendentes, sutiles, las de la transformación del alma. Afuera, todavía nada cambia. Sigue desplegándose, lentamente, una inconcebible pausa colectiva, como si el planeta entero contuviera la respiración. Pero exhalar es inevitable; cambio viene de todas maneras.
La pausa en que se encuentra la humanidad favorece la reflexión y la seriedad individual, pero agrava los problemas sociales. A la injusticia se suma el hambre, al descrédito de todo lo oficial se suma una colosal crisis económica. El Titanic del sistema acelera con la pandemia su naufragio necesario, su hundimiento definitivo. Ya era hora: su reinado nos trajo milenios de opresión, violencia, mentira. La ceguera y el egoísmo como normalidad.
A la salida del túnel del confinamiento la emergencia social será tan drástica, que solo permitirá soluciones cooperativas, de unidad, de sencillez inspirada, de honestidad incuestionable. Las clásicas manipulaciones del poder irán perdiendo fuerza, porque en la pausa han caído velos de los ojos colectivos. Solo aceptaremos líderes sinceros, cercanos, en genuino servicio público. El engaño masivo al que estamos acostumbrados deja de tener poder seductor cuando la gente aprende a percibir la diferencia entre lo genuino y lo publicitario.
Mientras tanto, seguiremos esperando, y anhelando.
Ahora mismo ¿qué puede hacer cada uno, guardado en su casa? Además de hacer el aseo, lavar platos y trabajar, si puede, on line?
Por cierto, lo principal, mantener la sintonía con la vida, enfocando lo positivo, lo rico, lo feliz, porque ahí está la verdad. Ahí está el amor. Agradeciendo todo mucho, porque así se multiplica. También, aceptar de buen grado los ratos negativos, lo no rico, lo ensombrecido, sabiendo que sí o sí va a pasar. Si no se me pasa, ni siquiera con un buen descanso, seña es que el alma quiere llamarme la atención para que enfrente lo que me ocurre. Y descubra cómo deshacerlo en luz.
Fundamental hoy, más que nunca, el cultivo de la fraternidad. Activamente acercarnos a nuestros seres queridos, a quererlos mucho más. La cámara nos ayuda a ponernos creativos, ya que para el vivo y en directo tenemos harto que esperar.
Sin embargo, buena pregunta, ¿qué podemos hacer, más allá de lo personal?
Enfocar nuestra intención hacia el bien común. Dirigir nuestro poder espiritual como un rayo que potencie la sanación colectiva, la iluminación de los corazones, el deseo profundo de todos de hacerse capaces de crear un mundo mejor.
Muy humanamente, claro, nos cuestionamos si servirá de algo. Porque ¿no será pura idealista fantasía?
Les cuento al respecto un experimento que hicieron científicos norteamericanos, perseguidos por el mismo escepticismo. Se preguntaron ellos ¿será que esto que hace la gente, rezar para que se mejoren sus enfermos, sirve para algo más que para tranquilizarse a uno mismo?
Tomaron en un hospital dos grupos grandes de enfermos, el experimental y el de control, con enfermedades y pronósticos equivalentes. Ni los enfermos ni el personal médico supieron nunca de la investigación, para evitar el efecto sugestivo.
Por los enfermos del grupo experimental pidieron diariamente, durante tres semanas, pronunciando el nombre y apellido de cada uno, un convento de monjas cristianas, una agrupación de meditantes budistas y una organización de ateos de buen corazón. Separadamente, y a distintos enfermos dentro del grupo.
¿Cuáles creen fueron los resultados?
Exactamente.
Las mejorías en el grupo de quienes recibieron diariamente energía espiritual sanadora fueron escandalosamente altas en comparación con el grupo que no tuvo rezos.
Y no hubo diferencias de efectividad entre monjas, budistas o ateos. Dio lo mismo desde qué ideología proyectaron la fuerza de su espíritu, la magia de su intención. Resultó igual!
Los investigadores lo comprobaron, sin poder explicarse cómo funciona. Pero, evidentemente, recomendaron que se siguiera rezando por los enfermos!
Nos dejan, entonces, una conclusión pragmática. Aunque no sepamos cómo actúan, vale mucho la pena que usemos nuestros poderes, y los enfoquemos en lo más deseado: que la humanidad despierte, que el mundo se mejore!
Que tengan un liviano y luminoso mes de Géminis!