UN MARAVILLOSO Y NUEVO AMIGO ME ENVIÓ RECIÉN UNA PÁGINA DE UN LIBRO con un fragmento de la entrevista sobre Lola que me hizo hace 33 años Delia Vergara para sus ENCUENTROS CON LOLA HOFFMANN. Lo reproduzco, textual, al final de este posteo.
Escuchándome -porque no lo escribí, sino que lo conversé con la muy querida Delia-, me asombra su vibrante actualidad, y la sincronía de su aparecer ahora con los inmensos eventos de este diciembre. Todo conectado, como siempre en la sincronía, por un misterioso algoritmo de significado. Uno, por supuesto, el gran momento de destino para Chile, el 19 de diciembre. Y otro, el mismo día, el clímax de la inauditamente prolongada conjunción de Venus y Plutón -cuatro semanas de intensísima energía de transformación de lo más íntimo-, de lo que hablaré este sábado 11 en el seminario EL RENACER DEL ENCANTO: EL DESPERTAR DE VENUS EN DICIEMBRE 2021. Se podrá ver por Zoom, en directo o en diferido. Información e inscripciones en astronline.org
Aquí viene, mi propia voz, de 38 años, en la página 46 de la primera edición:
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Mi comunicación con Lola me mostró que el estado de cosas en mi interior es un reflejo exacto del estado de cosas en la conciencia colectiva. La conciencia colectiva también está identificada con lo masculino, rechaza los valores sentimentales y eróticos de lo femenino, reprime el sexo, reprime a la mujer, desconoce el misterio, desconoce la intuición, rechaza la vulnerabilidad, llama a eso debilidad o inferioridad. O sea, yo estaba haciendo conmigo lo que mi cultura ha hecho a lo largo de varios milenios, rechazar, reprimir lo femenino, lo terrestre, lo sensual, lo amoroso, lo erótico, todo lo que tiene que ver con la vida misma. Mi desequilibrio, mi frustración, mi problema con el amor, tenía todo que ver con el patriarcado, que, tal como lo veía en la sociedad, lo podía ver dentro de mí. La tiranía del intelecto sobre las demás partes de mi ser. La policía represiva para no sentir ciertas vivencias amenazadoras.
Cada vez que llegaba a un nuevo hito, a un nuevo logro interno, a un nuevo descubrimiento, iba donde Lola, se lo contaba y ella ya estaba ahí, pues había llegado mucho antes que yo. Esa fue nuestra relación siempre.
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