LA HORA DEL LOBO. ASÍ SE DICE DEL MOMENTO MÁS OSCURO DE LA NOCHE, JUSTO ANTES DE QUE LA PRIMERA LUZ INICIE SU DIARIO MILAGRO, devolviendo vida y color a todo lo que hay. Y estamos terminando ya, por fin, las semanas que fueron la hora del lobo de este año inmenso y decisivo, 2021.
La alborada viene, inminente. Los corazones sinceros la han pedido, y el Cosmos responderá con su inimaginable generosidad. Pero todavía está muy oscuro, y el cansancio de la vigilia nos hace creer a veces que el lobo acecha en lo invisible, que seremos presa de su poder de destrucción.
Lobos, los hay; pero estamos bien protegidos por la pureza de nuestra intención. El único peligro, siempre, el miedo.
Este mes de octubre es el mes de destino en que saldremos de la espera y la incertidumbre para entrar de lleno en las sincronías de la acción creativa. La Luna Nueva de mañana, en Libra, coincide en su ciclo con los días en que los tres grandes señores planetarios de la titánica transformación que vivimos -Júpiter, Saturno y Plutón- dejan de moverse hacia el pasado, donde han estado haciendo la limpieza rigurosa sin la cual el futuro no puede arribar. Porque al porvenir lo necesitamos máximamente libre de amarras y lealtades a previos hábitos y creencias, únicos obstáculos de lo nuevo.